16 años y no sabía quien era ese muchacho que se estaba convirtiendo en hombre.
17 años y seguía sin saberlo.
18 años, y es el colmo; seguía sin saberlo.
19 años, y me alarmé, así que busqué ayuda, necesitaba saber quien era ese hombre parado en frente del espejo.
¿Quién eres tú? -le pregunté extrañado.
No sé -me lo dijo sarcásticamente.
Oye no te burles porque no te conozco, háblame directo, quieres?
Escucha compadre, tú sabes muy bien quien soy, he vivido contigo desde que tienes memoria.
Si es así, por qué no me acuerdo de tí?
Porque has querido olvidarme.
Y por qué quise olvidarme de tí?
No lo sé, por qué quisiste?
Porque me das miedo.
Así es, te doy miedo; pero, por qué te doy miedo?
Porque no sé quien eres.
Y si te digo quien soy, dejarás de temerme?
Sí.
Lo prometes?
Sí.
Si es así, bien; Yo soy Tú.
Ah?
Sí
Explícate.
No tengo qué.
Si eres Yo, entonces sabes todo de mí.
Sí.
Por qué no me habías dicho quien eras?
Porque no me lo preguntaste.
Tienes razón, no te lo pregunté, pensaba que eras un intruso en mi cabeza.
Jaja nadie más puede entrar aquí, si yo no lo permito; este es mi espacio.
Nuestro espacio, dirás.
Si Yo soy Tú, entonces sí, todo lo que digo, lo piensas Tú.
Ahora ya no te temo.
Pues sabes que Yo soy Tú, y no tienes por qué temerte, no es así?
Así es -sonriente.
Me gusta tu sonrisa.
Por qué?
Porque me parece sincera y bonita.
Gracias.
De qué? amigo mío.
Eres amable conmigo, por qué?
Y por qué no serlo?
Jaja, Touché.
No tienes más que decir, eh?
Sí.
De qué quieres hablar?
De tí.
Entonces hablemos de tí.
Jaja okey.
Quien eres?
Yo
Y quien es Yo?
Aún no estás listo para saber quién soy Yo.
Después de una extraña conversación conmigo mismo, regreso al lugar donde creí estar; Mi hogar.
Pero instántaneamente me doy cuenta que "Mi hogar" no es un más que un referencia del lugar donde me puedo sentir cómodo de estar en él, siendo así, "Mi hogar" es nada más y nada menos que mi mente, el espacio donde puedo ser Yo sin juicio.