La ansiedad y Yo.

Ya no sé quien soy Yo.
La ansiedad es demasiada.
Gobierna mi cuerpo.
Está afectándome.
Es como un fuego que desde adentro me quema.
Todo lo que fui, es ahora sólo un recuerdo.
Veo en el espejo, a cualquiera menos a mí.
Dios! si esto es una prueba de Fé o algo por el estilo, ya basta! No puedo hacerlo.
Es curioso, y es de creyentes, que mientras más alejado estás del "rebaño" te sientes más expuesto, más vulnerable, menos protegido.
La ansiedad es un arma de doble filo, por un lado te puede ayudar siendo un motor motivacional, pero por otro lado te agota hasta hacerte sentir sin energías por el gasto del mismo.
La experiencia es difícil de sobrellevar, pero no imposible.

Jugadora.

Sólo juegas con nosotros, los hombres.

Nos ilusionas y luego te vas a seguir ilusionando otros hombres.

Le temes al compromiso, huyes cuando un hombre te empieza a tomar en serio.

No eres lo que aparentas.

Sabes lo sexy que te ves.

Excitas y te vas.

Juegas a los besitos y ya.

Sabes que muchos hombres te desean y de eso te aprovechas.

Una verdad sobre ti, es que eres una niña en el cuerpo de joven mujer.

Tonta! Sólo piensas en el hombre perfecto que quieres, más no piensas en la mujer que eres.

Dime Tú, ¿Eres tú la mujer perfecta de ese hombre perfecto que tanto deseas?

Dime Tú, ¿Eres merecedora de ese hombre perfecto que tanto deseas?

Así como Tú ignoras, también te ignoran.

Esperas a que tomen la iniciativa.

Te aburres con facilidad

Sólo buscas hombres para sentirte bien Tú.

Egoísta!

¿Acaso no consideras los sentimientos de nosotros, los hombres?

Malvada!

Sólo juegas con nosotros para sentirte bien y te vas antes de que el hombre dé el siguiente paso.

Cansado de tus juegos, decido darte la espalda, no mereces mi atención, mi cariño, mis abrazos, mis besos, ni mucho menos mi amor.

Adiós.