lunes, 27 de marzo de 2017

Me gustaría.

Me gustaría metértelo cuando estés insoportable,
que me chupes las testículos por las mañanas,
sonarte las nalgas con mi pubis,
y que sientas mis bolas en tu mojada vulva.
Quiero hacerte el amor como un perro,
quiero chuparte la vulva y metértelo mojado y caliente,
y que me chupetees el pene hasta el orgasmo.
Quiero que te olvides de cómo se siente la tristeza a sentones.
Te la quiero meter cuando menos lo esperes,
te la quiero meter cuando estés cocinando.
Te quiero ver caminar con mi camisa y sin pantalones ni ropa interior por mi departamento,
quiero venirme en tu boca,
quiero sobarme entre tus grandes pechos y que se me escurra la leche entre ellos.
También, quiero hacerte el amor a besos.
Quiero que me mires cuando te mire y con una sonrisa, saber que estamos conectados.
Me gustaría que me despiertes cada mañana con un beso tierno que me haga sonreír.
Quiero cocinarte el desayuno.
Que me vistas para ir al trabajo y llegar a casa sólo para andar desnudos.
Leer el mismo libro Tú y Yo, y luego conversar de eso.
Ver una película juntos, en una sala de cine, sólos Tú y Yo.
Quiero pasar una noche mirándote y diciéndole a tus oídos poemas de amor.
Quiero cogerte de la mano y caminar,
Quiero escribirte poesías.
Quiero que te quedes dormida en mi regazo y que despiertes con una sonrisa que me enamore.
Y me gustaría darte un beso que te haga soñar despierta.

domingo, 19 de marzo de 2017

Un sueño

Amaneció, el sol brillaba, pero sus rayos no me caían, había un rostro encima de mí.
Sonriente y con una mirada de paz me dijo: "Buenos días mi amor"
Me dió un beso que depertó mi mente pero durmió mi cuerpo.
Se levantó de la cama y fue al baño, llevaba puesto una camisa mía.
Sonó el retrete y regresó a mi lado, me abrazó y me llenó de besos el rostro.
Estaba feliz.
Ella me hacía feliz.
Hicimos el amor a la luz del día.
Preparamos el desayuno juntos.
Su risa era un deleite para mis oídos y verla sonreír un placer.
Todo era bonito.
Hasta que se esfumó mi desayuno.
La mesa.
Mi perro.
El comedor.
Y finalmente, entre risas, ella.
...
Amaneció.
Volteé para verla, pero no estaba.
Había despertado.

lunes, 13 de marzo de 2017

Cositas ricas

Está oscuro, la beso suavecito, sus labios húmedos y tibios, sus mejillas carnosas, su cuello húmedo y sus orejas, con cada beso su respiración se hacía mas rápida.
Le besé los pechos, húmedos también porque transpiraba, descansé un rato entre sus pechos y escuché su corazón.
Lentamente, bajaba mi lengua por su abdomen, la besaba, eran besos llenos de amor, no recuerdo haber besado otro cuerpo sintiendo tanto amor y deseo en conjunto, quería que en cada beso ella supiera, lo mucho que Yo la amaba. Quería descansar mi rostro entre sus piernas, respirar y tomar su jugo, que con cada beso, me saciaba la sed.
Su rostro denotaba la excitación personificada, sus labios y mejillas teñidas de color rojizo y su mirada perdida entre los sabores y sensaciones que su cuerpo disfrutaba a causa de mí.
Se mordía los labios, quería más, es más, no quería que pare, no quería que deje de besarla entre las piernas, quería sentir eternamente el disfrutable placer carnal.
Entre gemidos hondos y gritos que resaltaban el clímax que vivíamos, se escurría su jugo en mi boca, cansada, sudada, con el corazón en la mano y la excitación a flor de piel, me dijo: "No pares"
Asi que tomo un bocado de aire fresco y me echo en su mojada y carnosa vulva, le meto lengua y tomo de su jugo, estruja las sábanas, las puntas de sus pechos están erectadísimos, se moja los labios, se los muerde y los vuelve a mojar.
"...Métemelo..." - suspiraba fuerte.
Ya estaba completamente desnudo, la veo y me deleito, paso mi lengua entre mis labios, luzco hambriento, la quiero a ella.
Me avalanzo como un tigre a su presa, pero en este caso mi presa serían sus labios los cuales mojé con los míos, los saboreé y saboreé y saboreé hasta chupar su labio inferior y en un sonido sordo producido por soltar su labio de los míos, la miré, me perdí un rato en su mirada, y supe que no sólo era carnal, no sólo eran dos cuerpos tocándose sudados, eran dos seres, que se demostraban amor y deseo a través de sus cuerpos.
Dejé caer saliva a mi durísimo pene, cayó y se derritió en la fresa que tenía por cabeza, y así caliente y mojado, sin hacerselo saber, mi pene besó su vulva, no se inmutó, hasta que recorrí cada centimetro de su cavernosa piel, hasta que entró, completamente, ahí se impresionó, abrió su boca, sus ojos me parecieron desorbitarse, soltó un "Ohhh!" que traspasó paredes, pero no esperé a que cierre su boca para volversela a abrir.
La fricción era rápida, allí estábamos nosotros, Yo encima de ella, metiendo parte de mí en ella.
Veo en cámara lenta como mi pene entra en su vulva mojada y escucho cada sonido producido por el acto sexual. Mis testiculos golpean su vulva cada vez que entro profundamente.
Me besa.
Sus ojos buscan los míos.
Nos conectamos.
En cuerpo, mente y espíritu.
Sonreímos, y nos abrazamos.
Y en ese momento, la abracé fuerte, por un momento me convertí en un bebé que quería que lo abrazaran.
Y plácidamente, con mi rostro en el suyo, descansé.

lunes, 6 de marzo de 2017

Placer

Entre sus nalgas descansaba Yo, su respiración era suave y cálida, más sus manos pasaban mi desnudo cuerpo haciendo que cada vello se erizara de tanto erotismo envuelto en el ambiente. Ella se veía exquisita y su sabor era dulce y agrio. Sus curvas eran un deleite para mi vista, esa cintura estaba hecha para que Yo la cogiera. Esas piernas, ella las sabía llevar muy bien, con cada paso, como si estuviéramos en cámara lenta, sus caderas descansaban con su caminar. Ella quería lo que Yo, sólo que, ella no lo sabía pedir como Yo. Yo soy más directo, voy al grano; Ella no. A ella le gustan los cortejos y juegos; A mí no. Sus labios, ¡Oh, sus labios! son un manjar; Jugosos, mejor. Cuando ella me toca, ¡Oh, cuando ella me toca! no lo puedo evitar caigo rendido en sueños, siendo víctima de mi víctima en una fantasía que no tiene final. Nuestros cuerpos se encuentran cuando el sol se esconde, así la Luz no nos ve, y no seremos delatados. Su piel morena me excita, más cuando empieza a bailar esas piernas. No lo resisto más, me cargo de líbido y... se entrega a mí, rendida en sus rodillas, dándome placer. Pero no soy egoísta, le doy lo que busca, placer para su boca. Quiero contenerme pero siento que no puedo, ella es hermosa, y su boca es un manjar... sólo quiero besarla y no acabar de besarla. Cuando mi traviesa boca se pasea por su cuerpo, sus inquietas manos no dejan el mío, dándonos así, lo que tanto queríamos; el uno, del otro. Ella me observa como si gustase de un poco más, así que con un guiño le hago saber que quiero más, quiero más de ella, sé que no es todo lo que ella me puede dar. Así que se para y descansa sobre sus caderas, deja caer su peso, más sus brazos y pecho descansan en la cama; Sonrió y me hizo saber que estaba lista para el segundo round. Lo mojo, se derrite por el calor, pero ella lo quería, así que no aguanto la presión... y, ¿Lo sientes? Eso era lo que quería sentir; Placer. Muchas Gracias.